Hace unos meses mi sobrina Victoria, 17 años, se encontró en casa de mamá una máquina de escribir portátil que compré siendo cadete de la Academia Militar de Venezuela, 1972. Su juvenil curiosidad la hizo ponerse en acción, cargó papel y a escribir. Todo bien hasta que cometió un error y no encontró la teclaSigue leyendo «El primer Internet: NFSNet»