Cualquier integración real se funda en una previa diferenciación. La originalidad y el carácter único de cada elemento se revelan en la totalidad organizada. Este aspecto es lo que expresa la célebre frase de TEILHARD DE CHARDIN: «La Unión Diferencia».
Esta Ley de la «Unión Personalizante» se ilustra por medio de la especialización de las células, en los tejidos y en los órganos del cuerpo humano; lo cual dio origen a la conciencia celular colectiva. Hace 700 millones de años, las células individuales se integraron en colonias multicelulares, adquiriendo una conciencia colectiva mayor que la conciencia individual presente en cada una de ellas. La experiencia comunitaria ofrecía a las células mayor oportunidad de supervivencia y de reproducción, ya que la conciencia es un factor primario y fundamental en la supervivencia de los organismos. La unión de las células trajo consigo la Especialización Celular. Este concepto se pone de manifiesto tanto en las comunidades celulares, como en las humanas. La evolución llevó a los individuos a asumir funciones especializadas en concordancia con este Mandamiento de los Sistemas. La especialización de una comunidad celular significa, que algunas células se diferencian de las otras, como en el caso de las células del sistema digestivo, las células del corazón y las células musculares; ya que cada una hace su trabajo particular y en conjunto permiten el funcionamiento del complejo cuerpo humano.
No hay unión verdadera sin antagonismo, ni relación de fuerzas sin conflictos. Lo Homogéneo, la mezcla, el sincretismo, es la entropía o desorden del Sistema. Sólo la unión en la diversidad es creadora, ya que aumenta la complejidad, conduciendo a niveles más elevados de organización. Esta ley sistémica y las ligaduras correspondientes, son bien conocidas de aquellos cuya misión es reunir, ensamblar y federar. Los antagonismos y los conflictos se generan siempre en el paso a una entidad englobadora. Antes de agrupar las diversidades ¿hasta qué límites debe llevarse el proceso de personalización?, si es demasiado pronto: mezcla homogeneizadora y paralizante. Si es demasiado tarde: enfrentamiento de los individualismos y de las personalidades; y quizá una disociación aun más acentuada que la que existía anteriormente. Este mandamiento tiene una profunda connotación en lo que se conoce como la “Independencia de los Poderes Públicos”, dentro del funcionamiento del Sistema de Gobierno de una Nación. Cada Poder es autónomo y les sirve de contrapeso a los otros Poderes Públicos, permitiendo la adecuada Gobernabilidad de una Nación y un perfecto equilibrio en su funcionamiento. El desconocimiento del VI Mandamiento del Enfoque Sistémico, ha ocasionado que por lo general el Poder Ejecutivo controle a los otros poderes públicos, con consecuencias nefastas para el mantenimiento del Estado de Derecho y por ende de la supervivencia del propio Sistema Democrático.
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